El rugby del Sur sigue dominando

Antes, durante y tras la finalización del Mundial de Nueva Zelanda se ha hablado mucho sobre si la distancia Norte-Sur continuaba ahí · Yo sigo considerando que los equipos del Sur están un escalón por encima de los del Norte tras la RWC'2011

Por JOSÉ IGNACIO BENITO 27/12/11

Antes de empezar el Mundial de Nueva Zelanda, durante y tras la finalización del mismo, se ha hablado mucho sobre si la distancia Norte-Sur seguía ahí, si se había reducido o si había aumentado dados los resultados. Yo consideraba entonces que esa distancia seguía ahí, basándome en mis propias conclusiones tras los 'test match' de noviembre y el juego visto en el Torneo VI Naciones 2011, y sigo considerando que los equipos del Sur están un escalón por encima de los del Norte tras la RWC'2011, lo que ocurre es que el formato de competición del Mundial puede hacer que parezca que lo contrario.

Antes de explicarme en esta mi última conclusión sobre Nueva Zelanda'2011 y tras acabar de analizar a los equipos del Norte, deciros que voy a catalogar al rugby argentino en el ámbito de juego del Norte, aunque geográficamente esté en el Sur, por dos razones: primero porque su estilo de juego encaja más con los equipos del Hemisferio Norte y segundo porque sus jugadores crecen en las ligas profesionales europeas y viven este rugby.

Como todos sabéis, soy un firme defensor del rugby del Norte, en particular del británico, pero no soy ciego ni fanático ni 'antinada' y tengo que admitir que el rugby del Sur es superior, en líneas generales, al del Norte por tres razones fundamentales por encima de las demás: la velocidad de ejecución de las acciones, la superioridad física del jugador del Sur en el uno contra uno y el altísimo ritmo de juego que imponen, prácticamente sin interrupción durante los 80 minutos de partido.

Cuando digo Sur quiero decir Australia y Nueva Zelanda, un rugby que prefiere posesión a territorio
En realidad, cuando digo Sur quiero decir Australia y Nueva Zelanda, con su rugby espectacular, rápido, poco especulativo, donde todo el equipo toma parte en el ataque total que practican, una verdadera avalancha de 'rucks' a hipervelocidad que terminan por conseguir la superioridad o buscar el uno contra uno. Juegan a meter muchos puntos, con primacía del ataque sobre la defensa y consiguen que su alto rendimiento ofensivo no deje notar las carencias que se les observa en las fases de conquista, más lentas y que requieren más trabajo colectivo. Es un auténtico espectáculo para el aficionado ver a estos equipos, los únicos capaces de recuperar un balón en su campo y en 6-7 segundos y cinco pases ensayar y dar la sensación de peligro los 80 minutos. Es un rugby que prefiere posesión a territorio.

Pero por alguna razón, no termino de conectar con este estilo de rugby del Sur, demasiado rápido para mí, y sólo conecto con el de Sudáfrica, al que considero el más parecido al del Norte: duro, agresivo, muy competido, con más contactos que velocidad. Prefiero la intensidad, la lucha cerrada y las miradas a muerte entre los jugadores de un Sharks-Stormers que acabe 9-6 a un festival de ensayos y ataque total de un Chiefs-Crusaders que termine 31-36. Caso contrario es País de Gales, que parece encajar mejor en el estilo Sur.


Agulla es volteado en el Argentina-Escocia.
Me gusta más el rugby del Norte, más conservador en sus esquemas de juego, buscando más jugar en campo contrario prescindiendo de la posesión, es más territorial, más clásico en su idea y por eso se dice ser más táctico, dando más importancia a las fases estáticas que a las dinámicas en esquema general de juego. El ritmo de juego es más lento, más conveniente a las características del jugador y cuando se tiene la posesión, se busca más el ataque controlado, se trabaja más las fases de ataque por lo que es frecuente ver ataques de más de diez fases lentas. El trabajo colectivo está por encima del individual, los 'rucks' son mucho más lentos y con más jugadores pues se trata de controlar el ataque en todo momento y sólo estando ya muy cerca de la línea de ensayo aparecen los tres cuartos.

El 'maul', esa gran jugada que marca el poderío de una delantera sobre otra, que de forma infame se quiso eliminar del manual pudiéndose hundir, también es diferente, pues el Sur, con la velocidad de su delantera, no la necesita y hace daño abriendo el balón, moviendo a la defensa rival mientras que aquí es 'El Dorado' del ataque. Para el final, lo mejor: la 'melé', donde todo nace y muere, el único sitio donde se les puede hacer daño y donde creo que el Norte, con los 'Pumas' como mejor exponente, es superior y que trabaja más este aspecto. La 'melé' australiana ha dejado mucho que desear y ha sufrido muchísimo contra equipos estilo Norte: Irlanda y Sudáfrica, mientras la 'melé' de los 'Pumas' ha mantenido un altísimo nivel contra conjuntos que dominan tradicionalmente este trabajo: Inglaterra y Escocia.

El sistema de competición del Mundial hace que parezca que la distancia se ha reducido, pues todo se juega a un partido, y ahí las posibilidades del más débil, en teoría, aumentan. País de Gales e Irlanda han jugado muy bien, Francia ha conseguido resultados magníficos, pero sólo Irlanda venció a un equipo del Sur y el formato de juego le dejó fuera, como a Inglaterra. Un mal partido y adiós. El formato es el que es, pero deja muchas incógnitas, alguna injusticia y grandes duelos sin jugarse.

El sueño de una Liga mundial
Para demostrar que el juego del Sur gana más partidos y está por encima del juego tradicional del Norte, haría falta el sueño de cualquier aficionado: una liga entre los diez mejores, entre los seis del VI Naciones y los cuatro del nuevo Champions, ex Tri nations, con 18 jornadas, ida y vuelta. ¿Quiénes serían los tres primeros en las diez ediciones iniciales de este alucinante torneo? En mi opinión serían Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, con los 'All Blacks' ganando seis o siete títulos, disputándoselos a 'Wallabies' y 'Springboks'. Los europeos competirían bien, armarían buenos equipos y en tantas jornadas ganarían a alguno del Sur, pero pelearían por la tercera plaza como mucho, no llegarían a disputar de verdad el título.

Sólo Irlanda venció a un equipo del Sur y el formato de juego le dejó fuera, como a Inglaterra; un mal partido y adiós.
Esto es una utopía, pero en lo que podemos medirlo, que es en Mundiales y 'test match', los datos son incontestables. De siete mundiales, seis se han ido al Sur, y en los diferentes 'test' disputados a lo largo de la historia, el saldo es positivo a favor del Sur. Sudáfrica le ha ganado a Inglaterra 19 de 32 partidos, a Gales 24 de 26, a Francia 21 de 38, a Irlanda 15 de 20, a Escocia 16 de 21 y a los 'Pumas' los 13 enfrentamientos. Con Australia ocurre lo mismo: 23 de 40 a Inglaterra, 16 de 23 a Francia, 20 de 30 a Gales e Irlanda, 18 de 28 a Escocia y 12 de 17 a Argentina.

Caso aparte es Nueva Zelanda, que sólamente ha perdido cuatro partidos con equipos europeos ¡¡¡ entre 2000 y 2011 !!! Tres contra Francia -el del Mundial 2007, el de Dunedin en 2009 por 22-27 y el de Marsella en 2000 por 33-42, y uno contra el mejor equipo inglés de la historia,13-15 en Wellington en 2003. Además, incluyendo partidos contra Australia y Sudáfrica, aparecen estas impresionantes cifras: en 2010 una sola derrota en 14 partidos; en 2008, dos en 16; en 2007, dos de 12; y en 2006, uno de 13. Ni los British Lions pudieron con ellos en 2005: tres a cero en la serie. Podéis imaginaros las cifras contra el resto.

Para dar un poco de sentido al artículo, convendría que os leyerais el artículo publicado tras los 'test' de junio del 2010, '¿Desventaja europea o superioridad del Sur?', donde se habla de este tema y se tiene en cuenta el handicap que los equipos de ambos hemisferios tienen al jugar entre sí.


El juego del siglo XXI exige al rugby europeo más velocidad y dinamismo al ataque, jugadores físicamente más fuertes y rápidos, que trabajen su técnica individual y sean peligrosos en el uno contra uno, exige que todo el equipo entre en el juego de ataque y no que sea la delantera la monopolizadora del peligro ofensivo, pues es fácilmente defendible, más opciones y variantes, más creatividad y menos previsibilidad. País de Gales y Francia, por su estilo de juego de siempre, encajan bien aquí; Irlanda se va acercando cada vez más a esta idea, aunque depende mucho del estado de ánimo de su principal arma, la delantera; mientras que Inglaterra y Escocia mantienen la tradición -por muchos años- de rugby controlado y parece que van con una marcha menos que el resto.

Para acabar, decir que sigo pensando que es la velocidad y el ritmo de juego lo que hace ser superior al Sur y que para ganarlos hay que llevarlos a nuestro terreno, al cerrado y a la 'melé', envolverles en el juego lento y controlado para evitar el torrente anotador, a pocos puntos, y a la pelea por la conquista, llevarles donde no quieren ir y hacerles sufrir. Argentina lo entendió y allí planteó el partido, pero no pudo con el otro aspecto fundamental para ganarles, hay que hacer puntos, aunque sean pocos, ellos siempre los hacen.

Para estos años venideros intuyo una hegemonía en el rugby de los de negro. Si el nuevo seleccionador sudafricano no renueva el equipo y cambia la concepción del ataque 'Bok', dando otro aire a su previsible avalancha, o si Robbie Deans no arma una delantera lo suficientemente potente para imponerse, el Planeta Rugby se va a ver sometido a una tiranía de los 'All Blacks' sin posibilidad de contestación, porque ya saben ganar sufriendo, que era lo único que les faltaba, aunque sigan con sus ridículas amenazas de no jugar el siguiente Mundial, junto con Australia.


http://www.marca.com/2011/12/27/mas_deportes/rugby/1324981997.html